Cuando hablamos de súper alimentos las hojas verdes ocupan el primer lugar, sin embargo, son la comida menos utilizada en la dieta moderna. Es por ello que son especialmente buenas para la gente que vive en la ciudad y que rara vez sale a estar en contacto con campos verdes.
El color verde está asociado a la primavera, tiempo de renovación, de refrescar el sistema y la energía vital. En la medicina tradicional china, el verde está relacionado con el hígado, la estabilidad emocional y la creatividad.
Nutricionalmente hablando, los vegetales verdes aportan pocas calorías, tienen un alto contenido de calcio, magnesio, manganeso, hierro, potasio, fósforo, zinc y vitaminas A, C, E y K. También están llenos de fibra, acido fólico, clorofila y muchos otros fitoquímicos.
Además de su alto valor nutricional, su consumo nos aporta muchos beneficios:
- Purifican la sangre y la oxigenan, mejorando la circulación y previniendo anemias.
- Previenen el cáncer, contribuyendo a la regeneración de las células.
- Tienen propiedades antinflamatorias, antivirales y antibacteriales.
- Fortalecen el sistema inmunológico y aumentan la histamina, mejorando las alergias.
- Ayudan a mantener una flora intestinal sana.
- Proveen de energía rápida y duradera, elevando el espíritu y eliminando la depresión.
- Mejoran el funcionamiento del hígado, la vesícula y los riñones, asistiendo en su desintoxicación.
- Disminuyen la congestión de los pulmones, ya que propician la reducción de la flema.
- Eliminan el mal olor corporal y el mal aliento, gracias a su alto contenido en clorofila.
Hay muchos vegetales verdes para elegir y cuanto más oscuros mejor (la lechuga común, tipo iceberg, no es la mejor opción). Lechuga verde y morada, escarola, brócoli, berro, col rizada, rúgula, endivias, radicchio, repollo, hojas de mostaza, bok choy, diente de león, algas marinas…
Combínalos o altérnalos para que no te aburras. La espinaca, acelgas y las hojas de la remolacha, es mejor consumirlas con moderación ya que tienen un alto contenido de ácido oxálico, que contribuye a la pérdida de calcio. Cocina estos vegetales junto con algo muy nutritivo como semillas, nueces, frijoles y aceite de oliva extra virgen para así ayudar a balancear este efecto.
Consumirlos crudos en ensaladas son la mejor opción, ya que refrescan y enfrían el cuerpo, además de proveer enzimas vivas. También puedes cocinarlos al vapor, hervirlos o saltearlos en aceite de oliva extra virgen y sal marina. Procura prepararlos con procesos que requieran poco tiempo y poca agua para conservar al máximo sus nutrientes. Experimenta tomando el agua en la que los cocinaste como un té saludable.
Cuando no tengas mucho tiempo, un jugo o batido verde es una excelente idea; eso sí, ensalívalo muy bien para obtener todos sus beneficios. Puedes usar la licuadora o el extractor de jugos y combinar varios tipos de hojas verdes con otros vegetales como zanahoria, remolacha, frutas e incluso semillas nutritivas como la chía, linaza, ajonjolí… ¡Un excelente desayuno o merienda!
Cuando te nutres con vegetales de hojas de color verde oscuro, tu cuerpo naturalmente deja de tener antojos de las comidas que te hacen daño. Hazte el hábito de incluirlos en tu dieta diaria y así te nutrirás con la energía del sol que abunda en ellos.
Escrito por:
Rosina Albano
Coach de Nutrición y Salud Holística
Twitter: @rosinaalbano
Felicitaciones x el artículo, el jugo de acelera c puede mezclar con jugo de naranja. M
Gracias Nélida por comentar!!
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