El otro día, estando en casa y, a pesar de no ser fanático, me dediqué a ver un juego de fútbol; captó mi atención que en las tomas de las tribunas, los fanáticos hacían reverencias a Messi; tal fue mi impacto al ver aquello que decidí quitar el volumen, para no oír a los comentaristas, y observar con detenimiento aquella suerte de ceremonia donde los fanáticos, brazos en alto, se inclinaban rítmicamente, al unísono, en señal de alabanza, a la vez que leía sus labios que repetían como una letanía: ‘Meeeessi….Meeeessi…’

Líder Personal
Foto: Lionel Messi, Futbolista

Pareciera que los seres humanos somos en general proclives a convertirnos en seguidores, fanáticos, devotos en ocasiones, de organizaciones o de personajes, algunas veces por admiración y otras tratando de identificarnos con esa persona de tal forma que, reconociendo sus capacidades y habilidades, mimetizarnos con ella, compensando así nuestras faltas, ausencias o fallas, dejando de esta forma de lado elementos importantes, inclusive más importantes: nuestro propio ser, nuestra esencia, sin caer en egocentrismo exagerado, Entonces: ¿qué deberíamos hacer?: Pues tomar inmediatamente conciencia que lo más importante en nuestra existencia, pues de allí parte toda relación con nuestro entorno, somos nosotros mismos; sin nosotros, el resto de las cosas no tiene fundamento, sentido o razón de ser.

La Conciencia de ser tu Líder Personal

Sin importar cuál es nuestra ocupación o razón de vida, para prestar servicio, y todos de una u otra forma lo hacemos a diario, ¿de que deberíamos ocuparnos?, Simplemente de estar bien, en sintonía permanente con nuestra esencia; ello implica un adecuado balance de bienestar cognitivo, emocional y corporal, además de la convicción que somos nuestros propios líderes y que, sin ello, no podemos ser líderes de otros, entendiendo liderazgo como la capacidad de guiar, influir e inspirar a los integrantes de nuestro entorno para lograr ese fin común y consensuado.

Y, en esa práctica de liderazgo y de servicio, que pudiéramos aproximar a la inteligencia espiritual – complementado la intelectual y la emocional – debemos hacernos responsables, protagonistas, de nuestras acciones del devenir diario; no podemos seguir actuando como víctimas («no llegué a tiempo porque el tránsito no me dejó») sino como protagonistas, líderes, de nuestra vida («llegué tarde porque no tomé suficiente previsión al salir, disculpe la tardanza»).

Cuando comencemos a poner en acción la respons-habilidad –la habilidad de responder y respondernos de manera incondicional– comenzará un camino de aprendizaje, entendido como la forma más sutil de cambio personal, y de servicio a nosotros y, en consecuencia, a nuestra familia, amigos, colaboradores, supervisores… extraños. Además comenzará a consolidarse ese líder propio, ese ídolo, al cual debemos respeto, devoción, admiración, acompañado todo ello de humildad. Así también se construirán mejores seres humanos, mejores comunidades, familias, empresas, organizaciones… países.

Y, además de alabar, merecidamente, a Messi, o al jugador o ídolo de nuestra preferencia, estaremos alabando a ese ser maravilloso que somos cada uno de nosotros.

¿Nos atrevemos? ¿Comenzamos ya? Alabémonos a nosotros mismos mediante el liderazgo personal.

Reflexiones:

  • Pregúntate: ¿Estoy siendo mi propio líder?. ¿Cómo estoy actuando conmigo, con los diferentes grupos o equipos con los cuales me relaciono? ¿Qué opinan esos grupos y equipos de ti como líder?.
  • Si no: ¿Qué te lo está impidiendo? ¿Qué acciones especificas, te plantearías para serlo a corto plazo?.
  • Aprender nuevas cosas y ver la vida con otros ojos son mecanismos sutiles de cambio personal hacia el liderazgo personal.
  • Si te observas, o pides a otros lo hagan: ¿Qué crees te está impidiendo aprender o tener una mirada diferente ante lo que te sucede?. ¿Qué crees te dirían ellos?.

Escrito por:
Ing. Germán Álvarez Cádiz
Coach Ontológico Profesional
@galvarezcadiz

La Conciencia de ser tu Líder Personal
Etiquetado en: