Si llueve y te mojas, la culpa no es de la lluvia, sino de que te has olvidado el paraguas». Podemos aprender de todo lo que nos ocurre. Incluso las cosas más insignificantes pueden tener gran valor si sabemos aplicarlas
Si llueve y te mojas, la culpa no es de la lluvia, sino de que te has olvidado el paraguas». Podemos aprender de todo lo que nos ocurre. Incluso las cosas más insignificantes pueden tener gran valor si sabemos aplicarlas